El enemigo número uno para los bebés en verano: el sol
Llega verano y con él los días más largos para disfrutar al aire libre. Llevamos menos ropa y exponemos más nuestra piel y la de nuestros bebés a su enemigo número uno: el sol.
Me parecía interesante escribir sobre este tema ya que genera mucho interés y también existe cierto desconocimiento. En este post os hablaré de lo que significan los distintos sistemas de medidas así como de los beneficios de la ropa solar. Además, os daré algunos consejos para proteger a nuestra familia de los efectos nocivos del sol.
¿Qué diferencia hay entre Factor de protección solar (FPS) y Factor de protección ultravioleta (FPU)?
Cuando hablamos de estos dos factores de protección a menudo se confunden uno con el otro o no se sabe muy bien la diferencia entre ambos por eso he creído importante aclararlo.
Los dos son sistemas de medidas para evaluar la protección solar. Sin embargo, cuando hablamos de factor de protección solar (FPS) nos referimos a la medida estándar para medir la eficacia de las cremas solares y mide la cantidad de tiempo necesaria para que la piel empiece a enrojecerse durante la exposición al sol.
Es importante que cuando se compre un protector solar se mire que en su envase se especifica que es de amplio espectro puesto que el FPS suele tener en cuenta solo los rayos UVB. ¿Esto que quiere decir? Que protege contra los dos tipos de rayos ultravioleta, los rayos UVA y los rayos UVB. Los rayos UVB tienen una longitud de onda corta que traspasa la superficie de la piel. Son los responsables de las quemaduras y el bronceado. Además, se ha demostrado su papel fundamental en el desarrollo de cáncer de piel. Por otro lado, los rayos UVA tienen una longitud de onda larga que penetra hasta en las capas profundas de la piel. Contribuyen al envejecimiento y a las arrugas de la piel y penetran el cristal y las nubes. En estudios recientes, se ha demostrado también que desafortunadamente contribuyen de alguna manera en el cáncer de piel.
El factor de protección ultravioleta (UPF) es el estándar por el que se mide la efectividad de la ropa con protección solar. Con él se indica la cantidad de radiación ultravioleta que penetra en un tejido y alcanzará la piel. Por ejemplo, una prenda con un factor 50+ permitirá bloquear los rayos solares ultravioletas de una manera muy efectiva. Esto significa que reducirá drásticamente la exposición al sol ya que menos del 1 % de los rayos podrá penetrar.
¿Por qué utilizar ropa con protección solar UV para los bebés y niños?
Existen varias razones por las que se recomienda el uso de ropa con protección solar para los bebés y niños. Todas ellas recaen en la eficacia superior frente al uso de las cremas solares.
En primer lugar, hablamos de que la ropa con protección solar no deja pasar ni los rayos UVA ni los UVB y ofrecen el mismo nivel de protección, tanto cuando está seca o como cuando está mojada. Así, camisetas, trajes solares, pantalones y bañadores no perderán eficacia al entrar en el agua de la playa o la piscina ya que están confeccionados para mojarse. Al contrario, las cremas solares pueden ser resistentes al agua pero ninguna es infalible y habrá que aplicarla de nuevo después de cada baño o si el niño ha sudado.
En segundo lugar, la ropa solar está hecha con tejidos transpirables y ligeros que no dan calor y que puede usarse todo el día. Al contrario de lo que podríamos pensar, estas prendas proporcionan una sensación de frescor ya que no dejan pasar el sol por lo que harán que los bebés no pasen tanto calor mientras juegan al aire libre.
Por último, ya sabemos que los niños son activos por naturaleza y aplicar o re-aplicar la crema puede ser todo un reto. Al utilizar ropa solar nos aseguraremos de que están siempre protegidos.
Algunos consejos para proteger a nuestra familia
- Evita la horas centrales del día (de 11 de la mañana a 3 de la tarde) cuando el sol pega más fuerte. Asegúrate de que los bebés y niños juegan en la sombra y están protegidos.
- Evita la exposición solar directa de los bebés de menos de 6 meses, especialmente al mediodía. Aún cuando no estén expuestos directamente, protégelos frente al sol.
- Utiliza protección solar para las partes del cuerpo expuestas, incluso cuando esté nublado. Recuerda que debe proteger contra los rayos UVA y UVB, como os he explicado antes. Aplícala con frecuencia y de manera abundante a lo largo del día, especialmente tras el baño.
- Cubre a los bebés y niños en el agua y mientras juegan con camisetas o trajes solares que les cubran especialmente la espalda y los hombros ya que estas suelen ser las zonas más susceptibles a quemaduras. Utiliza también bañadores con protección solar.
- Protege la cara y el cuello del niño con un sombrero o gorra.
- No olvides proteger también sus ojos con unas gafas de sol para bebé que sean efectivas contra los rayos UVA y UVB.
Antes de despedirme quería animaros a visitar la sección de ropa solar donde encontraréis camisetas, trajes solares, pantalones, gorras y gafas para bebés. Además, tanto los bañadores, chalecos flotador como trajes de neopreno cuentan con protección solar 50+ por lo que no tendrás que preocuparte por su piel mientras chapotean en la piscina o el mar.
¡Este verano, mucha precaución!